“Estos son cargos importantes. El asesinato conlleva la posibilidad de cadena perpetua sin libertad condicional”, expresó el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González.
Dijo que ese “es el estatuto más grave en la ley del estado de Nueva York y mi oficina tiene mucha confianza en las pruebas del caso y en hacer que Zapeta rinda cuentas por sus actos cobardes”.
Zapeta-Calil no estuvo presente en la breve audiencia judicial de este viernes, en la cual el juez trasladó el caso a la Corte Suprema del condado Kings. Está previsto que comparezca ante la Justicia el 7 de enero.
Según los reportes, el acusado aseguró que no recordaba nada acerca del incidente trágico y que sí había bebido mucho.
Todo ocurrió el domingo pasado, cuando Zapeta-Calil presuntamente prendió dio candela premeditamente a una mujer aún sin identificar que dormía en un tren F mientras se acercaba a la estación Stillwell Avenue en Brooklyn. “Avivó las llamas” con una camiseta mientras las llamas la consumían, señalaron los investigadores.
El acusado es un migrante indocumentado de Guatemala que fue deportado en 2018 y luego reingresó a Estados Unidos de forma irregular, notificaron las autoridades migratorias federales.
De acuerdo con el Departamento de Policía de Nueva York, su última dirección conocida era un refugio en Brooklyn para hombres que estaban luchando con el abuso de sustancias.
El violento incidente aumenta las preocupaciones sobre la seguridad en el sistema de metro de Nueva York en el contexto de una tendencia perturbadora de ataques aleatorios recientes.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, anunció el despliegue de otros 250 miembros de la Guardia Nacional en la ciudad y la instalación de cámaras de seguridad en todos los vagones del metro para reforzar la vigilancia en ese sistema de transporte público previo a las festividades por el año nuevo.
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