Como un paso significativo en la batalla contra el flagelo lo calificó el presidente Santiago Peña, al sancionar la normativa que actualiza la disposición legal vigente, y señaló la decisión de su gobierno de pasar la ley como muestra de la prioridad en la “protección de niñas, niños, adolescentes, pues si no hacemos esto hemos fracasado como sociedad”, apuntó.
La disposición firmada en la sede del ejecutivo, establece que el abuso sexual a infantes de menos de 10 años tendrá una pena mínima de 15 a 20 años de prisión con posibilidad de extenderse según la gravedad de hecho cometido.
Además del aumento de las condenas, la ley recién aprobada amplía la protección legal de las víctimas y tipifica otras formas de violencia y agrava las sanciones en determinados casos.
Durante la ceremonia, el ministro para la Niñez y la Juventud, Walter Gutiérrez, consideró la reforma “un importante avance en la lucha contra los abusos infantiles” y ofreció datos cuyas cifras indican unos 3 mil 500 casos denunciados por año, nueve de cada 10 se producen en el entorno familiar; y en el 82 por ciento de ellos las niñas son las víctimas.
“Es un acto vil, atroz y deleznable, que ahora será́ castigado, mediante la aplicación de esta legislación porque nuestras niñas y niños son lo más preciado que tenemos”, concluyó el ministro Gutiérrez.
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