El gobernador de la provincia de Kwango, Willy Bitwisila, informó que el Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas, tras la revisión de varias muestras, determinó que se trata de una gripe causada por el virus Influenza AH1N1 o Man rhinovirus HLVE SALS Pove 2, asociado a la malaria en un lugar de desnutrición.
Desde el 24 de octubre, en la localidad de Panzi, en la provincia de Kwango, comenzó el azote de una enfermedad misteriosa que provocó la muerte de una treintena de personas y más de 400 casos de contagio.
Tras el reporte al Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), varios equipos se desplegaron en el terreno para la investigación y determinar la causa, así como para atender a los pacientes en una zona de difícil acceso y con muchas vulnerabilidades desde el punto de vista socioeconómico y de salud.
El gobernador Bitwisila declaró la epidemia y aseguró que se toman todas las medidas necesarias para frenar la propagación del virus.
Los resultados de laboratorio ponen fin a la incertidumbre que se cernía sobre la población ante la probable aparición de un patógeno desconocido.
De las 12 muestras iniciales recogidas, 10 habían resultado positivas para malaria, por lo que las autoridades sanitarias decidieron continuar la investigación y recolectar más para un estudio más profundo.
Desde las primeras aproximaciones el equipo de trabajo manejó entre las hipótesis la posible presencia de una gripe estacional agravada por las situaciones de fragilidad del territorio, que sufre altos niveles de desnutrición y una baja cobertura de vacunación.
Estas circunstancias dejan a los niños vulnerables a enfermedades como la malaria, la neumonía, el sarampión y otras; y justamente la mayoría de los casos y muertes se dan en niños menores de 14 años.
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