Marco Moreschini, portavoz de la unidad de salvamento alpino de la Guardia de Finanzas, que participa en las operaciones, señaló en declaraciones divulgadas en el sitio digital informativo del canal televisivo Sky TG24 que “la presión de la búsqueda sigue, pero no sé hasta qué punto todavía tenemos esperanza”.
El pasado jueves, en medio de nevadas intensas y fuertes vientos, una cuadrilla de rescate logró llegar al lugar en que presuntamente se encontraban atrapados Luca Perrazzini y Cristian Gualdi, de 42 y 48 años respectivamente, en un barranco del Gran Sasso, a dos mil 700 metros de altura, pero sin resultados.
Daniele Perilli, presidente del Servicio de Salvamento Alpino y Espeleológico de la central región de Abruzos, anunció que se planifica para este viernes sobrevolar la zona con helicópteros, algo imposible hasta ahora por las críticas condiciones meteorológicas, y podrían destinarse a las acciones de rescate unos veinte socorristas.
La situación es muy compleja y quienes participan en esta operación también arriesgan sus vidas, en medio de ráfagas de viento de hasta 140 kilómetros por hora y fuertes acumulaciones de nieve, indicó Perilli.
El fracaso del intento realizado el 26 de diciembre indica la posibilidad de que los alpinistas se encuentren sepultados en la nieve que cubre esa zona, denominada Valle del Infierno por lo que, para posibilitar la ubicación de los mismos, se empleará un dispositivo sonar Recco.
Ese medio, capaz de detectar la señal de un teléfono móvil apagado, ya fue utilizado en febrero de 2021 durante la búsqueda de cuatro excursionistas desaparecidos en Monte Velino, también en los Apeninos, y posibilitó hallar los restos de los mismos.
La única posibilidad de encontrar con vida a Perrazzini y Gualdi es que hayan encontrado algún lugar para guarecerse y resistir durante estos cuatro días, «porque de otro modo es imposible sobrevivir”, consideró Moreschini.
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