La banda era liderada por la ciudadana Vu Hoang Oanh, de 67 años de edad y también conocida como Oanh Ha, a quien se le señala como organizadora y cabecilla de una sofisticada red transnacional de tráfico de drogas.
Con base en los expedientes y procedimientos judiciales, representantes de la Fiscalía Popular de Ciudad Ho Chi Minh establecieron que entre 2019 y 2022 la acusada Hoang Oanh dirigió una operación que contrabandeaba narcóticos desde Cambodia a Vietnam y los distribuía por Ciudad Ho Chi Minh, Hai Phong, Nam Dịnh, Hanoi y otras provincias.
Hoang Oanh estaba ya incluida en la lista de personas buscadas por el Departamento de Investigación de Delitos contra las Drogas (C04) del Ministerio de Seguridad Pública por “tráfico ilícito de drogas” y también estaba sujeta a una orden de arresto internacional de Interpol.
Para evadir a las fuerzas del orden, la narcotraficante operaba desde un casino cerca de la frontera con Cambodia y empleaba métodos muy sofisticados para contrabandear drogas, como ocultar narcóticos en contenedores de carga, estómagos de cerdo, bolitas de plástico y cajas de cambios de automóviles usados.
La comunicación dentro de la red, amplió el diario en inglés Vietnam News, se gestionaba cuidadosamente a través de la aplicación de mensajería cifrada Signal y tarjetas SIM extranjeras, y los miembros utilizaban alias como “Colombia” y “Mossca”.
En el caso de Hoang Oanh, ésta utilizaba tarjetas SIM extranjeras, incluidas las del Reino Unido y los Estados Unidos, para coordinar sus operaciones y mantener el anonimato, y a menudo ocultaba su identidad, usando máscaras durante las videollamadas para evitar ser reconocida.
Mientras, las transacciones financieras para la red se realizaban a través de cuentas intermediarias bajo el alias “Hoang Cong Tu”.
Según la propia fuente, los acusados admitieron haber transportado 129 cajas de cambios desde Cambodia a Vietnam, cada una de las cuales contenía aproximadamente 50 kg de heroína, lo que suma un total de más de 6,4 toneladas.
Sin embargo, ante la carencia de detalles específicos en los testimonios sobre el momento, las cantidades y los tipos de drogas transportados, la acusación se sustentó solo en los 626 kilos de narcóticos incautados como prueba del delito.
En el juicio, reanudado la víspera, los representantes de la Fiscalía subrayaron la gravedad de los crímenes cometidos por los acusados, los cuales describieron como transnacionales, meticulosamente organizados y que implicaban una cantidad extraordinaria de narcóticos durante un período prolongado.
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