Un comunicado de esa cartera advierte que tales dispositivos pueden causar lesiones como quemaduras, pero también amputación de extremidades.
El subdirector del Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados, del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra, Mario Vélez, señaló que los menores, al no tener la destreza necesaria para su manejo, resultan los más vulnerables.
Aunque la pirotecnia forma parte de las tradiciones festivas, puntualizó el especialista, esta contiene pólvora y, en algunos casos, dinamita, lo cual aumenta el peligro de provocar quemaduras en diversas partes del cuerpo, como cabeza, ojos, manos, brazos, piernas y abdomen.
Incluso, los artefactos considerados inofensivos, como las luces de bengala, representan un riesgo, pues una chispa puede incendiar la ropa y causar quemaduras graves.
La Secretaría enfatizó que la mejor forma de prevenir incidentes reside en no utilizar estos dispositivos.
“En caso de no ser posible evitar su uso, los artefactos deben ser manipulados exclusivamente por adultos, asegurándose de que los niños no los enciendan ni los guarden en los bolsillos, ya que la fricción podría causar accidentes”, refiere el texto.
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