La parte asiática aseguró que ambos países, como socios estratégicos integrales y miembros importantes del Sur Global, han desarrollado una relación sólida basada en el apoyo y la búsqueda compartida de la independencia y el progreso nacional, lo cual ha resistido las pruebas de las cambiantes circunstancias internacionales.
Wang subrayó que las dos naciones deben continuar respaldándose en temas que afecten sus intereses fundamentales y promover aún más una cooperación pragmática, particularmente en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái.
También hizo hincapié en la necesidad de fortalecer la cooperación dentro del grupo Brics, promoviendo el crecimiento económico de los países en desarrollo y defendiendo los intereses comunes del Sur Global.
En cuanto a la situación mundial, el canciller asiático destacó la necesidad de mantener el rumbo ante la inestabilidad y la incertidumbre global, y expresó su convicción de que la multipolaridad y la globalización económica son tendencias irreversibles.
Asimismo, instó a continuar trabajando en el desarrollo propio de cada país y a promover una gobernanza global más justa, basada en el multilateralismo genuino y en el respeto mutuo.
Por su parte, Abbas Araghchi reafirmó que el desarrollo de una relación estratégica integral con China es una prioridad para la política exterior de Irán.
Aplaudió las iniciativas del gigante asiático y destacó la importancia de Beijing en la resolución de asuntos internacionales.
Irán también ratificó su adhesión al principio de Una sola China y su apoyo a las posiciones del gigante aisático en relación con Xinjiang, el Tíbet y los derechos humanos.
Ambos ministros acordaron trabajar para implementar el Plan Integral de Cooperación China-Irán, ampliando la colaboración en áreas como la política y diplomacia, el comercio, la educación, la cultura y el medio ambiente.
Además, expresaron su intención de fortalecer los intercambios entre los pueblos y el hermanamiento entre ciudades de ambos países.
Durante la reunión, ambos ministros coincidieron en que Medio Oriente debe ser gobernada por sus propios pueblos, sin la interferencia de potencias externas, y abogaron por una solución política en los conflictos de la zona, con un enfoque en la soberanía de las naciones, la integridad territorial y el respeto por las tradiciones culturales.
Además, hicieron un llamado a una resolución inmediata del conflicto israelí-palestino, con un alto al fuego y el retiro de tropas, así como la implementación de asistencia humanitaria en Gaza. En cuanto al acuerdo nuclear iraní, Wang Yi reiteró la postura de China de que el asunto debe resolverse a través del diálogo político y diplomático.
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