El último gran centro médico en esa área fue parcialmente destruido y evacuado a la fuerza. “Estas acciones violan el Derecho Internacional Humanitario”, dijo Lahbib en un mensaje en redes sociales.
La exministra belga de Exteriores recordó que “es necesario acceder urgentemente a los suministros para el invierno” a la vez que reiteró que “es imprescindible un alto el fuego, un aumento de la ayuda humanitaria (para los palestinos) y la liberación de los rehenes israelíes”.
El Ejército sionista irrumpió la víspera en el interior del hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, uno de los pocos que quedaban parcialmente operativos en el norte de la Franja, y prendió fuego a sus instalaciones.
Tel Aviv justificó su asalto al Kamal Adwan, que albergaba unas 350 personas, incluidos 75 pacientes con sus acompañantes, y 180 miembros del personal médico, bajo el argumento de de que operativos de Hamás usaban sus instalaciones como escondite y para planear ataques contra Israel.
Las tropas detuvieron a casi todos los enfermos, acompañantes, desplazados y personal médico; los obligaron a ir a pie al patio de una escuela cercana, los registraron e interrogaron, y en la mañana de hoy liberaron a unas 400 personas.
Entre los que aún están detenidos figura el director del hospital, Husam Abu Safiya, quien lleva más de dos meses al frente del centro en medio de fuertes ataques de Israel.
Los pacientes en estado moderado fueron evacuados al cercano hospital Indonesio’, mientras que en el Kamal Adwan se quedaron 60 sanitarios y 25 pacientes críticos, incluidos algunos conectados a respiradores, explicó la Organización Mundial de la Salud.
arc/ehl