Según la PC-DF, las investigaciones comenzaron el sábado después de denuncias anónimas que indicaron que el desconocido se dirigía a Brasilia con la intención de promover un ataque.
La indagación fue realizada por la División de Prevención y Combate al Extremismo Violento, creada por la Policía Civil tras el atentado con bomba perpetrado el mes pasado contra la sede del Supremo Tribunal Supremo (STF).
Después de las acusaciones anónimas, los policías comenzaron a hacer el seguimiento del individuo, de 30 años, y obtuvieron una orden de arresto temporal expedida por la Justicia del DF.
La operación interceptó el camión en que viajaba y el sujeto está ahora bajo custodia y a disposición de la justicia. Tal amenaza de bomba movilizó a la Policía Militar del DF.
De acuerdo con la corporación, el hombre pasó por el cuartel general de mando alrededor de las 06:40 (hora local) del sábado y comunicó que estaba con explosivos y amenazó con detonarlos.
Agentes fueron tras el vehículo sospechoso y lo abordaron.
La llamada Operación Petardo fue lanzada para averiguar si había realmente detonantes bélicos en el coche. Sin embargo, no se encontró ningún artefacto en el vehículo.
El 13 noviembre, resulto identificado como Francisco Wanderley Luiz, el atacante que pretendió acceder al STF y, al no lograrlo, lanzó explosivos de fabricación casera frente a la sede de la corte superior.
Más tarde, Wanderley Luiz, de 59 años, murió tras activar un artilugio adherido a su cuerpo, cuando fue reprendido por un vigilante.
El calificado de terrorista era excandidato a concejal del Partido Liberal, organización política que encabeza el expresidente Jair Bolsonaro.
Las dos detonaciones en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia activaron la alarma y los cuestionamientos sobre seguridad nacional.
Analistas aseguran que este atentado guardó una relación directa con los actos golpistas del 8 de enero de 2023 por su trasfondo ideológico y los objetivos de atacar instituciones democráticas clave del gigante sudamericano.
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