La entrega de los uniformados, algunos oficiales de diversos rangos, se efectuó en el paso fronterizo de Arida, que conecta ambos países, en la provincia costera de Tartous.
Imágenes difundidas en las redes muestran a los regulares cruzando el paso fronterizo y trasladados por el Departamento de Operaciones Militares hacia un paradero desconocido.
Estos militares habían entrado de forma ilegal a la nación de los cedros tras la caída del gobierno de Bashar Al-Assad el día ocho de este mes y la disolución de las Fuerzas Armadas sirias.
La seguridad general libanesa había advertido que arrestaría a los responsables del depuesto gobierno de Bashar Al-Assad que entren en territorio libanés y que estén buscados por la justicia.
El líder de facto de Siria, Ahmed al Sharaa, anunció que las nuevas autoridades perseguirán a los que llamó criminales de guerra y exigirán su entrega a los países donde se refugiaron.
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