Fuentes oficiales indicaron que el dispositivo presenta daños y ello podría retrasar su análisis para determinar las causas reales de la tragedia, ocurrida en la mañana de este 29 de diciembre cuando el vuelo regresaba desde Tailandia y aterrizó en el aeropuerto internacional de Muan.
De momento, trascendió que la nave tuvo problemas para liberar el tren de aterrizaje, chocó contra una valla de hormigón y se incendió después de sufrir el impacto de un pájaro.
El accidente ya es considerado el segundo más letal de Corea del Sur y uno de los tres peores de aterrizaje en el mundo.
El presidente surcoreano en funciones, Choi Sang-mok, decretó una semana de luto y además declaró a Muan como zona de desastre especial, para brindar asistencia a las familias de las víctimas que aguardan en un salón del aeropuerto por los restos de sus seres queridos.
Los únicos dos sobrevivientes del suceso son miembros de la tripulación y sus vidas no corren peligro, mientras las autoridades siguen adelante con la identificación de los cadáveres encontrados.
La aerolínea Jeju Air se comprometió con agotar los esfuerzos posibles y destinar los recursos necesarios para dar respaldo a los familiares de las víctimas, tras ofrecer disculpas y expresar condolencias.
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