Lo tildó asimismo en su cuenta de Telegram de “grotesco experimento político que representa a (Javier) Milei”.
Subrayó que su verdadero legado está en las fortunas amasadas a la sombra de cualquier gobierno oportunista y bajo la complicidad de la más oscura dictadura que devastó a la Argentina.
El alto diplomático venezolano manifestó que esa riqueza que ostenta “está impregnada de la sangre de decenas de miles de inocentes, asesinados y torturados durante los años más trágicos de la historia” de ese país del río de La Plata.
Gil afirmó que los Werthein no son solo un apellido: son un emblema del saqueo, la corrupción y la miseria humana.
“Su impacto en la sociedad argentina los sitúa como líderes indiscutibles de, este sí, un verdadero inframundo financiero y moral, arrastrando consigo un gobierno que solo ha sido experto en coleccionar ridículos internacionales”, señaló.
Mientras, dijo, afila sus garras para nuevas oportunidades de saqueo y blanqueo de capitales ilícitos.
El ministro bolivariano del Exterior expresó que Werthein no tiene la moral para hablar de Venezuela, y menos aún para cuestionar sus Poderes Públicos y al fiscal general, Tarek William Saab.
Quizás debería tomar unas lecciones de dignidad, esa que los Werthein, en décadas de usufructuar a la Argentina, jamás tuvieron, alegó.
Aseguró que los planes terroristas que “han intentado implementar contra nuestro país fracasaron rotundamente, así como fracasará cualquier intento de imponernos su hipocresía y prepotencia”.
Saab refutó ayer que Werthein pretenda darle lecciones sobre justicia y derechos humanos.
Sobre lo dicho por el canciller argentino, el titular del Ministerio Público expresó que le “causa compasión y pena ajena”.
Su llegada a la Cancillería “no pudo tener peor mensaje, ya que su predecesora fue despedida por votar junto a 186 países del mundo -incluyendo a toda Latinoamérica- en contra del bloqueo criminal contra Cuba”, enunció.
Recordó que su Presidente entró en furia porque no votó al lado de sus jefes de Israel y Washington.
Los ataques verbales mutuos entre autoridades venezolanas y argentinas se incrementaron en los últimos días tras la detención aquí del gendarme argentino Nahuel Gallo, a quién la justicia local le abrió un proceso por sus vínculos con el terrorismo.
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