Este último enfrentó duras críticas por su conducción de la política monetaria y mantener los tipos de interés en niveles considerados excesivamente altos.
Durante los últimos meses de su gestión, Campos Neto fue acusado de sabotear al Gobierno de Lula, al sugerir nuevos aumentos de interés en medio de alegaciones de dificultades fiscales.
Los críticos destacan que sus decisiones impactaron negativamente áreas fundamentales, como salud y educación, al aumentar los costos de la deuda pública y presionar el presupuesto federal.
Galípolo tendrá un mandato fijo de cuatro años, es decir, no podrá ser destituido por el Gobierno hasta finales de 2028.
El indicado de Lula es el actual director de Política Monetaria de la financiera central.
Trabajó en la campaña del exsindicalista a la presidencia y en el equipo de transición de Gobierno.
El año pasado, fue secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, la función más importante de la cartera después de la del ministro.
Asume el mando del BC en medio de las expectativas de cambios significativos en la política monetaria brasileña.
Oficialmente, su gestión se inicia el 1 de enero de 2025, siguiendo las normas establecidas por la ley de autonomía del BC, sancionada en 2021.
Para Galipolo, la misión será equilibrar la lucha contra la inflación con la promoción de políticas que fomenten el crecimiento sostenible y la generación de empleo.
El portal Brasil 247 indica que su toma de posesión simboliza un esfuerzo del Gobierno federal para reposicionar el BC como una institución alineada con las necesidades económicas contemporáneas.
La expectativa es que el nuevo comando de la institución financiera priorice medidas que dialoguen con la agenda de desarrollo defendida por la gestión de Lula, buscando aliviar los efectos de las políticas anteriores y fomentar una recuperación económica inclusiva.
Con el cambio de mando, analistas y sectores económicos esperan los primeros pasos del nuevo timonel para entender cómo las directrices de la institución serán reformuladas y qué impactos podrán ser sentidos en la economía nacional a lo largo de 2025.
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