El acusado, Sebastián Zapeta-Calil, un inmigrante guatemalteco indocumentado, fue imputado por una corte estatal el viernes último por cargos de asesinato, homicidio e incendio provocado, dijo el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González.
“Estos son cargos importantes. El asesinato conlleva la posibilidad de cadena perpetua sin libertad condicional”, expresó el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González.
Dijo que ese “es el estatuto más grave en la ley del estado de Nueva York y mi oficina tiene mucha confianza en las pruebas del caso y en hacer que Zapeta rinda cuentas por sus actos cobardes”.
Zapeta-Calil no estuvo presente en la breve audiencia judicial, en la cual el juez trasladó el caso a la Corte Suprema del condado Kings. Está previsto que comparezca ante la Justicia el 7 de enero.
Según los reportes, el acusado aseguró que no recordaba nada acerca del incidente trágico y que sí había bebido mucho.
La Policía dijo que su última dirección conocida era un refugio en Brooklyn para hombres que estaban luchando con el abuso de sustancias.
El violento incidente aumenta las preocupaciones sobre la seguridad en el sistema del metro de Nueva York en el contexto de una tendencia perturbadora de ataques aleatorios recientes.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, reforzó la vigilancia con el despliegue de otros 250 miembros de la Guardia Nacional en la ciudad y la instalación de cámaras de seguridad en todos los vagones del metro de cara a las festividades por el año nuevo.
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