El tema es de aparición frecuente en los medios locales, al alertar sobre los efectos de grandes deportaciones para la economía local, en especial por su impacto sobre las remesas, las cuales representan casi un cuarto del producto interno bruto del país (PIB).
Este martes, el diario El Mundo informó que más de 40 mil migrantes salvadoreños fueron retenidos en la frontera de Estados Unidos durante 2024, la mayoría en su frontera sur, de enero a noviembre de 2024, según datos de la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Pese a esa cifra de arrestos, la cantidad está en franco retroceso con respecto a los últimos años, cuando eran frecuentes las detenciones de más de 100 mil salvadoreños, que buscaban entrar de forma ilegal al territorio norteño.
Con relación al tema, informes publicados en la prensa local abordan preocupaciones de los agricultores de Estados Unidos sobre las deportaciones masivas anunciadas por el presidente electo Donald Trump.
Unas 2.4 millones de personas trabajan en el campo, de las cuales el 44 por ciento son los llamados sin papeles o ilegales, según una encuesta del Departamento del Trabajo.
Granjeros estadounidenses señalan que el país depende de los inmigrantes en la agricultura, aunque sus políticos le dan la espalda a la situación. «Cuando necesitan a los trabajadores inmigrantes en el campo, les dan la bienvenida, y cuando no, los echan», apuntó un hacendado.
Sin embargo, otros opinan que existen “muchos otros problemas para resolver primero», mientras esperan no sea afectada la agricultura del país.
«La cadena alimentaria de Estados Unidos depende enormemente de la mano de obra indocumentada», explicó el economista David Ortega, citado por medios de prensa.
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