«Hay que colocarlo arriba de la mesa», dijo sobre el tema en declaraciones a la prensa.
Castillo significó que habrá que «discutir en qué condiciones algunas ramas de actividad pueden reducir la jornada laboral y con eso generar más puestos de trabajo para otras».
«Aunque a alguno no le guste, el tema existe», subrayó.
Consultado sobre si esta reducción se haría mediante un proyecto de ley, contestó que es «mucho más pegado a los acuerdos tripartitos (gobierno, sindicatos y empresarios), a los consensos que se generan en el mundo del trabajo que a un proyecto de ley».
«Primero debatirlo, discutirlo, escuchar la opinión de los actores y luego, si esto merece que tenga una cobertura legal, enviar el proyecto de ley», agregó el futuro ministro.
«Fue un escándalo cuando hace más de 100 años se instaló la ley de ocho horas del mundo. Y seguramente sea un escándalo cuando ahora la ley de 48 horas del Uruguay se reforme para que tenga menos», sentenció el exdirigente sindical.
Reconoció que en encuentro con representantes empresariales recabó preocupación por la productividad.
El también secretario general del Partido Comunista de Uruguay adelantó al medio La Diaria que la próxima administración frenteamplista tendrá como prioridad atender los deprimidos salarios y pensiones mínimas.
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