Dicha entidad condenó el ataque de los bandidos de Viv Ansanm al Hospital de la Universidad Estatal de Haití durante el intento de reapertura de este centro hospitalario, comentó el diario Le Nouvelliste.
En ese acto de terror -acontecido el 24 de diciembre- perdieron la vida dos periodistas y otros siete están reportados de críticos debido las heridas de bala recibidas.
Los reporteros Petyon Robens, Réginald Baltazar, Miracle Velondie, Florise Deronvil, Jean-Jack Aspèges, Jocelyn Justin y Rosemond Vernet se encuentran en estado crítico.
El ataque fue protagonizado por soldados de Izo, líder de la pandilla en la Aldea de Dios.
Recientemente el jefe de la coalición de pandillas Vivamos Juntos, Jimmy Chérizier, alias Barbecue, amenazó a varios reporteros.
Durante una transmisión en directo en la plataforma TikTok, los periodistas Guerrier Dieuseul, Johnny Ferdinand, Loucko Désir y Essaue César fueron intimidados por Barbecue.
El expolicía le pidió a su colega Vitelhomme Inocent, otro influyente líder de banda, que apunte específicamente a Dieuseul y Ferdinand por su postura contra Vivamos Juntos.
Sin arrepentimiento, Barbecue admitió estar detrás del secuestro de Lucien Jura, un experiodista, precisó el medio digital Kominotek.
El mensaje de Barbecue a la prensa muestra la creciente audacia de las pandillas en Haití, que ya no parecen temer presentarse públicamente para intimidar a quienes los denuncian.
Haití afronta el riesgo de convertirse en una zona de silencio mediático, a causa de los ataques a la libertad de prensa y a las trabas que hoy impiden a los periodistas realizar su trabajo.
Tal situación trae graves consecuencias para el acceso a la información de la ciudadanía y del mundo.
De acuerdo con el diario digital Haití Libre, los periodistas alarmados huyen, reducen su cobertura mediática o abandonan la profesión por completo.
Desde enero de 2022, 13 trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados, otros sufrieron heridas y varios reporteros vivieron la amarga experiencia de ser secuestrados.
Todos esos elementos convierten a Haití en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
Las pandillas también atacan y saquean las sedes de la prensa, tal es el caso de los diarios Le Nouvelliste y Le Moniteur.
Según una encuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, divulgada por el rotativo haitiano, el 76 por ciento de los periodistas sufrió amenazas relacionadas con su profesión y el 62 fue blanco de acoso verbal y en línea.
Detalla la pesquisa, que 30 por ciento fue víctima de amenazas físicas y 54 indicó que el asedio tuvo impacto en su trabajo.
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