Claudia Allen, ejecutiva del sector inmobiliario, explicó que las principales víctimas son residentes en el exterior con planes de adquirir casas en la isla caribeña y los criminales los contactan cuando se infiltran en el mercado con la publicación de ofertas inexistentes.
Según detalló, los estafadores envían a los potenciales clientes fotografías robadas de apartamentos en venta y les piden por Whatsapp o teléfono el envío de transferencias a sus cuentas bancarias para agilizar la compra.
También se apoyan en tecnologías de última generación para engañar a las víctimas y en muchos casos exigen una tarifa para acceder a las supuestas casas en oferta.
Allen consideró crucial desplegar una campaña de concientización para alertar y educar a las personas sobre el fraude en el terreno inmobiliario, cómo detectarlo y qué hacer ante un caso de este tipo.
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