Los ciudadanos exigen de Luis Gómez y Grettel Villalaz, designados procuradores de la Nación y de la Administración, respectivamente, mayor transparencia y efectividad para acabar con la corrupción existente en el país.
El abogado Juan Carlos Araúz indicó a la prensa que espera que en los próximos meses, ambos procuradores sean propositivos en la reorganización de la institución que representan.
«Es innegable que se requiere una nueva ley del Ministerio Público y que los procesos contenciosos administrativos deben actualizarse», puntualizó.
Consideró además que entre los principales desafíos que enfrentarán durante su gestión destacan la justicia selectiva y la racionalización de los recursos para atender asuntos de interés público y casos anónimos que aún no tienen fecha de finalización, es decir, garantizar igualdad ante la ley.
Para ello, deberán mantenerse cercanos a la sociedad; comunicar, ser proactivos en sus cargos y garantizar que se respete el orden cronológico en las causas, impidiendo que los casos mediáticos queden por encima de los asuntos del ciudadano común, agregó.
En el caso del Procurador de la Nación, la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana señaló la urgencia de estabilizar la carrera de los fiscales y fortalecer las capacidades del personal para llevar a cabo investigaciones efectivas.
Estos desafíos surgen en un contexto de inestabilidad institucional, reflejada en el nombramiento de tres procuradores en la última década: Kenia Porcell, Eduardo Ulloa y Javier Caraballo, según ese colectivo.
También debuta en su cargo el nuevo Contralor de la República, Anel Flores, figura clave en el sistema de control y fiscalización del Estado.
Según recientes encuestas, la población espera que el trabajo conjunto de estos tres funcionarios sea crucial para garantizar el uso eficiente de los recursos públicos, perseguir con rigor los delitos y asegurar que las acciones del Gobierno se mantengan dentro del marco legal.
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