En la primavera de 2022, la CE puso en marcha un mecanismo para imponer condiciones a Hungría, que llevó a la suspensión de algunos pagos.
La CE indicó entonces que había serias preocupaciones sobre el uso del presupuesto europeo por parte de Hungría en relación con las condiciones de adjudicación de contratos públicos, así como una falta de control y transparencia.
Desde entonces, Budapest llevó a cabo reformas que liberaron parte del dinero, pero 19 mil millones siguen congelados, según diversos procedimientos.
De acuerdo con la declaración condicional, el primer tramo del dinero suspendido por un importe de un millón 40 mil de euros expiró a finales de 2024, informó el órgano regional.
En julio, la CE escribió en su informe que Hungría no cumple con los estándares democráticos de la UE.
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, prometió «luchar para proteger nuestro dinero».
Tratan constantemente de quitarle dinero a los húngaros de diferentes maneras y por diferentes razones, sostuvo Orban en diciembre, al amenazar con bloquear el presupuesto de la UE.
Además de los fondos congelados, desde septiembre de 2018 está en vigor en Hungría el llamado procedimiento del artículo 7 de la Carta de la comunidad.
Con el objetivo de imponer sanciones a un Estado miembro si se detecta una violación grave del Estado de derecho, en teoría dicho documento podría llegar incluso a suspender el derecho de voto de ese país en el Consejo de la UE.
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