El movimiento telúrico desató una emergencia en el país asiático, el pasado 17 de diciembre, debido a numerosas afectaciones estructurales a lo largo del archipiélago, incluidas la destrucción total o parcial de varias carreteras y puentes, así como más de 200 personas heridas y 14 fallecidos.
China envió un cargamento de 35 toneladas de ayuda que contiene tiendas de campaña, camas plegables, luces solares, alimentos, purificadores de agua y equipos médicos, entre otros suministros.
Durante la ceremonia de entrega, el embajador chino en Vanuatu, Li Minggang, aseguró que su país entiende profundamente los cuantiosos daños causados por el reciente terremoto y desea ayudarle a recuperarse cuanto antes.
Por su parte, en el mismo acto, el primer ministro provisional de Vanuatu, Charlot Salwai, agradeció a nombre de su nación el paquete de apoyo y resaltó su valía para salir delante en esta tragedia.
La ciudad con mayores afectaciones fue esta capital, donde se produjeron deslizamientos de tierra y una decena de edificios reportaron daños estructurales, entre ellos, los de las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda.
El mal estado del hospital principal de Port Vila, motivó a su personal a desplegar tiendas de campaña afuera de la instalación, a fin de cumplir con el deber de atender a los pacientes en medio de la emergencia.
Vanuatu se ubica en una zona cercana al llamado Anillo de Fuego del Pacífico y tiene una población estimada de aproximadamente 300 mil habitantes.
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