Según el estudio del Observatorio Brasileño de Políticas Públicas con la Población en Situación de Calle, de la Universidad Federal del estado de Minas Gerais (UFMG, sudeste), la cifra calculada en diciembre de 2024 es 14 veces mayor que hace 11 años, cuando había 22 mil 922 brasileños durmiendo a la intemperie.
El levantamiento se realizó a partir de los datos del Registro Único de Programas Sociales (CadÚnico), que reúne a los beneficiarios de políticas sociales como Bolsa Familia y el Beneficio de Prestación Continuada.
Tales registros sirven como indicativo de las poblaciones en vulnerabilidad para cuantificar los traspasos del Gobierno federal a los municipios.
En la región sudeste se concentra el 63 por ciento de segmentos en situación de calle del país, con 204 mil 714 personas, seguida por la región noreste, con 47 mil 419 (14 por ciento).
Solo en el estado de Sao Paulo, que representa un 43 por ciento del total de la población sin hogar en el gigante sudamericano, esta cifra creció de 106 mil 857 en diciembre de 2023 a 139 mil 799 a finales del calendario pasado.
Esa cantidad es 12 veces mayor que la observada en diciembre de 2013, cuando eran 10 mil 890. Luego aparecen los estados de Río de Janeiro, con 30 mil 801, y Minas Gerais (30 mil 244).
La pesquisa señaló además que siete de cada 10 personas en situación de calle no terminaron la escuela primaria y un 11 por ciento se encuentra en condiciones de analfabetismo, dificultando el acceso de los ciudadanos a oportunidades de trabajo generadas en las ciudades.
Durante una entrevista con la Agencia Brasil, Robson César Correia de Mendonça, del Movimiento Estadual de Población en Situación de Calle de Sao Paulo, recordó que el Censo Demográfico de 2022, divulgado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, señaló que la ciudad cuenta con cerca de 590 mil propiedades privadas vacías. Ese valor resulta muy superior a la cantidad de sujetos sin morada que viven actualmente en la capital paulista, alrededor de 92 mil 556, según el Observatorio UFMG.
Para Mendoza, si hay crecimiento en la población en situación de calle y una gran cantidad de viviendas ociosas en todo el país, eso significa que «está faltando interés político para resolver el problema».
Autoridades insisten en que las políticas de atención a los homeless (sin techo) deben reforzar el acceso al empleo y a la renta, a derechos básicos como la documentación y la educación, y contemplar el consumo nocivo de drogas como grave dificultad de salud pública.
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