En Chile la generación y distribución del fluido está concesionada a varias empresas privadas, entre ellas la transnacional Enel, de origen italiano, que aplican ajustes periódicos según aumenten sus costos de operación.
Sin embargo, a fines de 2019, luego del estallido social iniciado el 18 de octubre, el Estado decidió congelar los precios y los mantuvo así durante la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
El año pasado el Congreso Nacional emitió un decreto para hacer una rectificación del precio del 60 por ciento para compensar a las corporaciones, lo que significó un duro golpe para las familias de menores recursos.
La cifra se dividió en tres tramos, cada uno de 20 puntos, de los cuales ya se aplicaron dos, el primero en junio-julio de 2024, el segundo en octubre último y el tercero entró en vigor este mes.
Pardow señaló que gracias a las condiciones favorables de la tasa de cambio del peso frente al dólar estadounidense durante varios meses del año pasado fue posible reducir los costos, por lo que el tercer ajuste no rebasará el 15 por ciento en casi todo el país.
Con el propósito de disminuir el impacto, el gobierno concedió un subsidio a cerca de un millón 800 mil familias, cerca del 20 por ciento del total en todo el país.
Yo sé que el aumento de las cuentas de la luz no es fácil para nadie, pero ya estamos al final del proceso, dijo el titular.
Agregó que ahora se espera un período de estabilidad para los próximos tres años y hacia el 2028 hay perspectivas un poco más favorables.
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