De acuerdo con estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migración (SNM), la cifra representa una disminución del 41 por ciento comparada con el año precedente cuando más de 520 mil personas cruzaron la jungla, de ellas 113 mil menores de edad.
Las medidas adoptadas desde julio pasado por la actual administración han logrado esa disminución, entre ellas el cierre de trochas ilegales, la creación de un corredor humanitario, mayor patrullaje marítimo y vuelos de deportación, gracias a un memorando suscrito en julio con Estados Unidos.
A saber hasta la fecha se realizaron 39 vuelos chárter y retornaron a sus países de origen a mil 744 indocumentados, muchos de ellos asociados a delitos que amenazan la seguridad pública.
El director del SNM, Roger Mujica, indicó que las deportaciones ejecutadas mediante el acuerdo con Washington continuarán bajo los mismos lineamientos, incluso para este año con una asignación similar de recursos- unos seis millones de dólares- para sostener estas operaciones aéreas, sin precisar detalles.
El funcionario auguró que cuando el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tome posesión el próximo 20 de enero, es posible se dé un “flujo inverso” de migrantes que podrían intentar regresar a sus países de origen.
“La idea es que en el camino de regreso pues se vayan tomando las medidas y que nos afecte lo menos posible a nuestros países,” remarcó.
En su mensaje a la nación el pasado 2 de enero, el presidente de la República, José Raúl Mulino, admitió el desafío que representa la migración irregular y afirmó que se trabaja para que los viajeros ilegales no lleguen a la ciudad capital o al resto del país.
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