Con registros inéditos de temperaturas, el ciclo global del agua llegó a nuevos extremos climáticos, los cuales contribuyeron “a feroces inundaciones y sequías paralizantes”, indica la pesquisa dirigida por la Universidad Nacional Australiana (ANU).
Un equipo internacional de investigadores, coordinado por el profesor de la ANU Albert van Dijk, asumió el análisis que dio lugar al informe “Global Water Monitor Report” de 2024, dado a conocer este lunes.
El aumento del calor está cambiando la forma en que el agua se desplaza por el planeta, causando estragos en todo el ciclo de ese elemento vital, sustenta la investigación.
Las temperaturas mundiales, ilustra el reporte, continúan subiendo rápidamente: la media registrada en el aire sobre la superficie terrestre alcanzó un máximo histórico, situándose 1,2 grados centígrados por encima del promedio de 1995-2005.
Más de la mitad de la población de la Tierra, repartida en 111 Estados, experimentó su año más cálido hasta la fecha, mientras que 34 países establecieron nuevos récords de temperatura máxima, fundamenta el análisis.
En 2024, agrega el texto, los meses con precipitaciones mínimas récord fueron un 38 por ciento más frecuentes que durante el período de referencia de 1995-2005, y las precipitaciones extremas récord en 24 horas fueron un 52 por ciento más frecuentes.
Según ejemplifica, en la cuenca del Amazonas, uno de los ecosistemas más importantes del orbe, los bajos niveles de los ríos cortaron las rutas de transporte e interrumpieron la generación de energía hidroeléctrica.
En el sur de África, agrega, una grave sequía redujo la producción de maíz en más del 50 por ciento, dejando a 30 millones de personas con escasez de alimentos; además, muchos agricultores tuvieron que sacrificar el ganado al secarse los pastos.
Las perspectivas para 2025 muestran un aumento de los riesgos: las previsiones climáticas estacionales y las condiciones actuales de las cuencas señalan un posible empeoramiento de las sequías en el norte de Sudamérica, el sur de África y partes de Asia, alerta el examen.
El cambio climático en curso, redondea el informe, hace más probables fenómenos extremos como inundaciones repentinas, olas de calor e incendios forestales en todas partes del planeta.
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