En medio de una intensificación de la agresión israelí en el sur del país, el Comité de Supervisión del Alto al Fuego efectuará una reunión este lunes, con la presencia del enviado estadounidense Amos Hochstein.
La cita será la tercera desde la entrada en vigor de la tregua hace más de un mes, pero Israel aumentó la ocupación y destrucción en áreas que no pudo controlar anteriormente durante la guerra.
El ejército israelí se niegan a permitir el despliegue de las Fuerzas Armadas Libanesas según los términos del cese de hostilidades y bombardea las zonas de Naqoura, Al-Jbeen, Tayr Harfa, Taybeh, Yaroun y Aitaroun.
Fuentes citadas por el diario Al Akhbar indicaron que Israel podría retirarse de Naqoura tras el encuentro de hoy, como hizo en Khiam después de la primera sesión del comité.
Sin embargo, esta retirada parece estar vinculada a condiciones que favorecen los intereses israelíes, precisó el rotativo nacional.
Filtraciones a los medios israelíes revelaron planes para una zona de amortiguación de tres kilómetros hacia territorio libanés, para impedir a los residentes regresar a sus hogares en el sur.
Esto se alinea con una estrategia israelí más amplia para rediseñar la geografía de la región bajo el pretexto de acuerdos de seguridad, refirió el periódico.
A criterio de analistas, se espera que Hochstein proponga extender la tregua por 90 días, en correspondencia con la disposición del ejército libanés para desplegarse.
El general estadounidense Jasper Jeffers, jefe del comité de supervisión, elogió la adhesión del ejército libanés a la Resolución 1701 de la ONU, contrastándola con las acusaciones israelíes de negligencia.
Algunas especialistas sugieren que las fuerzas de Tel Aviv siguen resistiéndose a una cooperación significativa y en su lugar utilizan mecanismos internacionales para retrasar los compromisos.
Transcurrida la primera mitad del acuerdo de alto al fuego, la cifra de violaciones israelíes superó las 800 infracciones y provocó más de 30 muertos y cerca de 40 heridos.
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