Con un banderazo protagonizado por jóvenes arrancó el acto, convocado por el Movimiento de Solidaridad, y en el que estuvieron presentes dirigentes políticos y sociales, parlamentarios, miembros del cuerpo diplomático, amigos de la isla y cubanos residentes aquí.
La Revolución marcó, sin dudas, un antes y un después en la historia de América Latina y demostró que a solo 90 millas de un país poderoso como Estados Unidos, una pequeña nación podía obtener la definitiva independencia, declaró la embajadora cubana, Mercedes Vicente.
Recordó que casi desde el triunfo, su país ha debido enfrentar grandes desafíos, como el bloqueo estadounidense, que se vio acentuado con una serie de medidas tomadas por la pasada administración de Donald Trump.
En todo este trayecto siempre hemos contado con la solidaridad de los pueblos de nuestra América y, en particular del pueblo chileno, al que admiramos profundamente, expresó la diplomática.
Rosario Rodríguez, primera secretaria de la embajada, leyó un saludo enviado por el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Fernando González.
El dirigente del ICAP convocó a los presentes a participar en el próximo encuentro continental de solidaridad con Cuba que se celebrará en octubre en México.
Al intervenir en el acto, la encargada de la Comisión Nacional de Relaciones Internacionales de las Juventudes Comunistas, Amanda Rozas, recordó que el internacionalismo ha sido un pilar de la Revolución desde el triunfo del 1 de enero del 1959.
Cuba nunca dudó en enviar ayuda a distintos países, incluido Chile, y en ofrecer educación profesional para muchos jóvenes que quisieran formarse allí, dijo.
La representante del Movimiento de Solidaridad hizo un llamado a ser recíprocos e incrementar el apoyo a la isla en estos momentos en que lo necesita.
En declaraciones a Prensa Latina, varios invitados al acto destacaron el significado que tuvo la Revolución Cubana en todo el mundo.
Para Vladimir Finyutin, consejero superior de la embajada de Rusia, ese fue un acontecimiento de envergadura global y uno de los modelos más influyentes de lucha social y resistencia, frente a una presión sin precedentes de Estados Unidos.
Nosotros admiramos la voluntad y firmeza del pueblo cubano a la hora de defender el derecho a decidir su propio camino de desarrollo, dijo.
Mientras, Carlos Midence, encargado de negocios de la embajada de Nicaragua, destacó los lazos que unen a ambos pueblos y su firme determinación de no arrodillarse jamás ante el imperialismo.
El acto político cultural, efectuado anoche, contó con las actuaciones del grupo Piden, Ignacio Illasca, Scapo Secuaz y la Compañía de estudiantes de danza folclórica.
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