De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias, los impactos de las agresiones israelíes alcanzaron áreas vecinas en el sur del país.
La propia publicación informó que los militares de Tel Aviv demolieron varias casas en el poblado sureño de Houla, además de ejecutar explosiones entre Aitaroun y Blida.
El diario Al-Akhbar señaló que las fuerzas israelíes lanzaron dos bengalas sobre la aldea de Alma al-Shaab, mientras la Defensa Civil, asistida por el Ejército libanés, intentaba recuperar los cuerpos de varios mártires.
Según el rotativo, la Defensa Civil Libanesa recuperó tres cadáveres de Khiam, en el sur de la nación, y los trasladó al Hospital Gubernamental de Marjaayoun.
Los ataques israelíes coincidieron con el despliegue de unidades de las Fuerzas Armadas Libanesas en posiciones en Ras al-Naqoura, Alma al-Shaab, Tayr Harfa, Tiro, Beit Lif y otras ciudades en los sectores occidental y central, de la frontera sur.
En reunión gubernamental, el jefe del gobierno interino de Líbano, Najib Mikati, señaló que en la última semana los israelíes abandonaron un tercio de los terrenos ocupados en el sur, es decir, todo el sector occidental, y queda trabajo para la salida de los lados central y oriental.
La máxima figura del gabinete reafirmó el cumplimiento y la implementación literal y completa de las disposiciones de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad.
Mikati obligó al ente israelí de manera precisa y franca a respetar la disposición de la ONU inmediata, lejos de maniobrar y fabricar pretextos para evadir la implementación e inventar escenarios que amenacen nuevamente el cese de hostilidades.
El primer ministro reiteró la responsabilidad del Comité Internacional de Seguimiento para alcanzar las etapas del acuerdo de alto al fuego y poner fin al estado de guerra.
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