Un minuto de silencio y la entonación de la Marsellesa (el himno nacional) caracterizaron los actos, en los que también participaron la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, varios ministros y el exmandatario François Hollande, entre otras personalidades.
En su cuenta en la red social X, Macron recordó a las personas asesinadas por los terroristas el 7, el 8 y el 9 de enero del 2015.
El 7 de enero, poco antes del mediodía, los hermanos Said y Chérif Kouachi entraron encapuchados y vestidos de negro desatando con sus armas automáticas una masacre que dejó 11 muertos e idéntica cantidad de heridos en Charlie Hebdo, a los que se sumó el policía Ahmed Merabet, baleado en las afueras de la instalación.
Entre las víctimas fatales estuvieron los dibujantes Cabu, Wolinski, Charb, Tignous, y Honoré.
Al día siguiente de la matanza en la sede de Charlie Hebdo, el terrorista Amedy Coulibaly, cómplice de los hermanos Kouachi, asesinó a un policía (la agente Clarissa Jean-Philippe) e hirió gravemente a otro en Montrouge, una comuna ubicada muy cerca de esta capital.
El 9 de enero, el propio Coulibaly mató a cuatro personas durante un hecho de toma de rehenes en un supermercado Hypercacher del distrito parisino de la Puerta de Vincennes, antes de ser ultimado por las autoridades.
La víspera, el presidente Macron afirmó en un encuentro con embajadores franceses que la lucha contra el terrorismo debe seguir sin descanso.
Sabemos el peligro que representa para nuestras sociedades, por lo que no pueden existir descuidos en la vigilancia colectiva, subrayó.
Por su parte, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, alertó en una indicación enviada a las autoridades locales reforzar la vigilancia durante grandes eventos, al considerar que la amenaza “está presente como nunca antes”.
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