En los primeros días de enero se reportaron 631 focos de calor y 60 fuegos activos, de los cuales 14 afectaron áreas superiores a 50 hectáreas.
Las mayores afectaciones ocurrieron hasta ahora en los departamentos de Ñeembucú, con más de 653 hectáreas incendiadas, Presidente Hayes con cerca de 600 hectáreas y Cordillera con más de 273 hectáreas.
Con el objetivo de controlar la situación, el Instituto Nacional Forestal coordina acciones con instituciones locales y nacionales, da curso a las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público y estableció la prohibición hasta el 31 de enero de 2025 del uso del fuego en áreas forestales, agrícolas y urbanas.
El pasado domingo las llamas arrasaron con unas 45 hectáreas en la zona de la vía ecológica entre Luque y San Bernardino, zona rural y agraria, y, tanto en este como en otros siniestros, los expertos reconocen la caza furtiva, la pesca y el uso descontrolado del fuego para limpiar terrenos como las causas principales.
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