En declaraciones a la prensa al finalizar el Consejo de Ministros, la vocera gubernamental, Sophie Primas, consideró una forma de imperialismo los comentarios de Trump, quien esgrime como una “necesidad absoluta” para Washington apoderarse del territorio danés.
Más que nunca debemos junto a nuestros socios europeos salir de la ingenuidad, prepararnos y rearmarnos, subrayó la portavoz.
De acuerdo con Primas, París sigue atento a los acontecimientos, pero descartó abordar en detalle los propósitos de Trump sobre Groenlandia, Canadá y el Golfo de México.
Por su parte, el canciller Jean-Noël Barrot llamó a la Comisión Europea a proteger al continente de la injerencia foránea, o de lo contrario permitir que sus miembros asuman su propia defensa.
Para el jefe de la diplomacia gala el mundo es testigo del regreso de la época de retorno de la ley del más fuerte.
Sin embargo, negó creer que Estados Unidos pueda invadir a Groenlandia, isla sobre la cual Dinamarca ratificó su soberanía.
A pocos días de comenzar su gestión en la Casa Blanca, el 20 de enero, Trump ocupa titulares de prensa con sus comentarios en torno a Groenlandia, la anexión de Canadá, el cambio de nombre del Golfo de México o el control de estratégico Canal de Panamá.
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