El portavoz de la Cancillería Guo Jiakun destacó que el ciberespacio es altamente virtual y difícil de rastrear, con múltiples actores involucrados.
Asimismo, criticó la falta de profesionalismo y responsabilidad de las autoridades niponas que basaron sus juicios únicamente en los objetivos y métodos del ataque.
En su opinión, este tipo de conclusiones no están respaldadas por un enfoque técnico adecuado.
Además, el portavoz señaló que algunos aliados de Estados Unidos comenzaron a cooperar en la difusión de “información falsa sobre China”.
En este contexto, instó a todas las partes a que “aborden los problemas de ciberseguridad basándose en hechos y en las normas internacionales”, con una actitud “objetiva, justa y profesional”, y no se conviertan en actores secundarios en lo que consideró “una comedia política”.
El vocero reafirmó el compromiso de China con la lucha contra el cibercrimen y reiteró la postura del país de que los problemas de seguridad en el ciberespacio deben ser tratados de manera técnica y conforme a las leyes internacionales, sin caer en la manipulación política.
Esta misma semana, Beijing rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre supuesto ciberespionaje, las cuales calificó de infundadas y sin base legal.
Guo instó a Washington a cesar de inmediato su campaña de difamación contra el gigante asiático, especialmente al utilizar esta cuestión como pretexto para imponer sanciones.
«Durante un tiempo, Estados Unidos ha exagerado y distorsionado las acusaciones de ciberataques, lanzando sanciones ilegales y unilaterales contra nuestro país. China se opone firmemente a estas acciones», enfatizó.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, los ataques cibernéticos contra las entidades estatales de China ocurren casi a diario y la mayoría se originan en territorio norteamericano.
«Estados Unidos es el imperio de piratería más grande del mundo y el ladrón cibernético global», declaró previamente la Cancillería asiática.
jha/idm