El máximo responsable de la organización multilateral expresó su solidaridad con los desplazados, muchos de los cuales perdieron sus hogares.
«El Secretario General está conmocionado y entristecido por la devastación generalizada causada por los incendios forestales que se propagan rápidamente», dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado publicado este jueves.
Guterres elogió el coraje y la dedicación de los equipos de respuesta inmediata que trabajan en “condiciones extremadamente difíciles” para proteger vidas y contener las llamas.
Más de cinco incendios están activos en el condado de Los Ángeles, cubriendo casi 12 mil hectáreas. La destrucción de más de mil estructuras, órdenes de evacuación para unas 130 mil personas y daños que se calculan en este momento en alrededor de 50 mil millones de dólares, según expertos, dibujan ese panorama apocalíptico.
De acuerdo con los informes iniciales muchas personas que ignoraron las órdenes de evacuación presentan lesiones significativas.
Estudiosos del clima advirtieron que la propagación de estos incendios está asociada a los bajos niveles de lluvia -muy inferiores a la media- desde finales de 2024, lo cual creó condiciones secas que, combinadas con los vientos de Santa Ana, un patrón meteorológico bien conocido en la región, exacerbaron los riesgos de ignición.
Los vientos de Santa Ana, que suelen atravesar las montañas, aumentan las temperaturas y reducen drásticamente la humedad, secando rápidamente la vegetación y creando las condiciones ideales para que se expandan los incendios forestales.
Para la Organización Mundial de la Salud es cuestión prioritaria el desarrollo de estrategias de prevención para mitigar el impacto de ese tipo de siniestros.
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