“Estamos a punto de lograr que Medellín, que reportó la tasa de homicidios más alta del mundo hasta ahora, 400 por cada cien mil habitantes, ahora esté a punto de abandonar el ranking de las ciudades violentas al estar cerca de reducir su tasa de homicidios a menos de un dígito”, escribió el mandatario.
Apuntó que en 2024 ese indicador fue de 10,2 por casa cien mil habitantes, al tiempo que pidió a la Fiscalía General evaluar dicho resultado y acompañar las negociaciones sociojurídicas que se desarrollan en la cárcel con jefes de bandas del Valle de Aburrá, en el centro de Antioquia.
“El desmantelamiento de las bandas de la trata de mujeres y niñas y la extorsión son los objetivos inmediatos. El gobierno está dispuesto a profundizar la inversión social en las comunas populares y la ampliación del cooperativismo productivo y la educación superior en dichas comunas”, añadió el jefe de Estado.
El pasado mes de diciembre, Petro aseguró que la cifra de homicidios descendió en un 1,4 por ciento durante 2024 en el país, hasta un total de 12 mil 752 casos, lo que significa que, en comparación con 2023, hubo una reducción de más de 800 en el número de fallecimientos violentos en el país.
Si bien destacó la caída de los números de la criminalidad en el país en delitos como las masacres y el secuestro, también reconoció que todavía puede hacerse mucho más contra esos flagelos.
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