Así lo consigna un estudio de evaluación del Ministerio de Agricultura en el departamento de Canelones, dijo al medio Subrayado el productor Sergio Toriño.
Explicó que a lo largo de los años se utilizaron métodos «que tal vez eran muy agresivos para el medio ambiente». Pero acotó que tales procedimientos y productos ahora están prohibidos por lo cual no se puede hacer un control de impacto sobre la población de cotorra.
En su caso coloca cintas que hacen ruido y ayudan a controlar. También utilizan atalayas, donde se colocan carnes para atraer gavilanes para ahuyentarlas. «Con eso se mitiga, pero antes convivíamos con 50 cotorras. Ahora tenemos cinco mil», expresó.
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