Asimismo, como parte de la operación se rescataron a otros ocho trabajadores irregulares que necesitaban atención médica.
Desde octubre de 2024 un número indeterminado de mineros no registrados ante las autoridades competentes y que, según varias fuentes locales podrían ascender hasta los cuatro mil, quedaron inicialmente atrapados en esa instalación huyendo de efectivos de la Policía que intentaban detener las actividades ilegales.
Cientos han fallecido, principalmente a causa de la carencia de comida y líquidos.
La víspera los equipos de rescate sacaron a la superficie a 26 mineros vivos y nueve fallecidos.
Testigos presenciales afirman que quienes han salido de las profundidades durante los últimos cuatro meses se encontraban en un estado físico deplorable, muy desnutridos y deshidratados.
La existencia de miles de mineros ilegales en Sudáfrica, llamados localmente zama zamas (personas que aprovechan las oportunidades, en idioma Zulu) representa un problema muy extendido en el país, al que causan entre afectaciones sociales, pérdidas millonarias desde el punto de vista económico.
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