Junto a otras organizaciones que integran la Federación Sindical Marítima y Fluvial, el Siconara permanece en estado de alerta y expresará su descontento con la decisión del Ejecutivo de reformar o derogar la Ley de Cabotaje que regula la actividad del sector.
Los cambios en la normativa permitirían que tripulaciones y barcos extranjeros sean utilizados para realizar trabajos locales.
Nos encontramos en la obligación de informar al pueblo sobre los efectos altamente perjudiciales de lo planteado por el Gobierno. Acabarían con la Marina Mercante Nacional, advierte un comunicado del Siconara.
Si se llevara a cabo esta “desregulación”, los buques argentinos tripulados con trabajadores de este país que se encuentran destinados a la provisión de combustibles, así como de insumos de salud y alimentación, quedarían exclusivamente en manos foráneas, añade.
Asimismo, asegura que esta nación perdería soberanía y aumentaría la desocupación laboral y la fuga de divisas en dólares debido al pago de los fletes al exterior y la pérdida de la capacidad de abastecimiento.
Nuestra Marina fue y es un eje fundamental en momentos críticos vividos por nuestra nación, tal como ocurrió durante la Gesta de Malvinas (1982), en la que prestó servicios a los soldados en las Islas y sufrió el mayor número de bajas civiles durante el conflicto, indica el documento.
Además, durante la pandemia de Covid-19 mantuvo el aprovisionamiento de los insumos necesarios. La implementación de esas políticas nocivas traerá como consecuencia el desguace y desaparición de una herramienta fundamental y estratégica para cualquier país que se precie de soberano, agrega.
En la movilización participarán también miembros del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, del Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales y de la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos.
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