En una nota, la Ancreb manifiesta, además, su «más irrestricto apoyo a continuar profundizando en este camino hasta que se derrumbe el bloqueo criminal e injusto contra nuestro país y nuestro pueblo».
La asociación afirma en su comunicado que la isla nunca debió estar en esa lista y que, junto a otras dos medidas adoptadas, «ha tenido un alto costo para el país y las familias cubanas».
Alude al inventario de entidades cubanas restringidas, con las cuales los ciudadanos e instituciones estadounidenses tienen prohibido transacciones financieras, lo que ha tenido efecto en terceros países.
La Ancreb asegura estar en línea con el sostenido y firme reclamo del Gobierno y pueblo de Cuba, y con el llamado amplio, enfático y reiterado de numerosos países de quitar a la isla de la ilegal relación y de condenar el inicuo asedio de Washington, de hace más seis décadas.
Por primera vez Cuba fue incluida en esa lista de Estados patrocinadores del terrorismo en 1982, durante la administración de Ronald Reagan (1981-1989) y el demócrata Barack Obama (2009-2017) revirtió la medida en 2015 tras admitir que carecía de mérito.
Pero en enero de 2021, pocos días antes de abandonar el Despacho Oval, el republicano Donald Trump volvió a incluir a Cuba en ese cuadro, algo que revierte Biden ahora en las postrimerías de su mandato.
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