«Cualquier contingente que entre en territorio ucraniano sin el consentimiento y la autorización de Rusia es un objetivo militar con consecuencias bastante claras», escribió el diplomático en su canal de Telegram.
El comentario de Miróshnik responde las afirmaciones del presidente del Comité Militar de la Unión Europea, general Robert Brieger, sobre la posibilidad de enviar supuestas fuerzas de paz para ser desplegadas en territorio ucraniano.
En ese sentido, el embajador ruso se cuestionó el por qué Alemania no presentó estas ideas durante la preparación de la fracasada contraofensiva ucraniana, repelida por el Ejército ruso en 2023, y la formación de una «coalición de tanques» por parte de Berlín.
«Entonces, ¿para qué fingir que los intentos de inventar ‘fuerzas de mantenimiento de la paz’ no son en absoluto para el establecimiento de la paz, sino que solamente representan intentos con métodos pseudohumanitarios para evitar la derrota del régimen de Vladimir Zelenski?», argumentó el político.
Con anterioridad, otras autoridades de Rusia, declararon que el envío de una agrupación de paz a Ucrania solo es posible con la anuencia de los involucrados en la confrontación bélica.
En ese caso, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, manifestó que “en uno u otro conflicto, el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz solo es posible con el consentimiento de las partes”, en referencia a los informes del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia sobre los planes de los aliados occidentales de Kiev de ocupar Ucrania con el pretexto de dichas fuerzas pacifistas.
Al respecto, el ente de seguridad de Moscú alegó que Occidente podría introducir en Ucrania un contingente de unos 100 mil efectivos de las denominadas «fuerzas de mantenimiento de la paz» para restablecer la capacidad de combate de Ucrania.
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