El arzobispo Santiago, Exarca de la Metrópolis de México, Centroamérica, y el Caribe, subrayó que el foro debe tener en cuenta a los que no tienen voz, «a los humildes, a los indígenas y los oprimidos; por eso nos complace este encuentro. Oramos para que esta convocatoria sea una fuente de amor, de paz».
También hizo un llamado a la paz sin condiciones, «con todos y para el bien de todos».
Asimismo, el ministro venezolano para la Cultura, Ernesto Villegas, aseguró que todos los seres humanos son exactamente iguales y «si queremos la paz debemos erradicar toda cultura supremacista».
El titular denunció que desde Estados Unidos se ha acrecentado en el tiempo actual la xenofobia, «ahora no por los afrodescendientes, sino también los migrantes y los ciudadanos del mundo árabe».
Villegas consideró que «para lograr la paz, la humanidad debe emanciparse de la dictadura de los algoritmos. Ante el supremacismo, la única vacuna es el orgullo por nuestra diversas identidades».
Entretanto, la presidenta del senado de Granada, Decima Williams, consideró que la conferencia es un espacio idóneo para hablar de diplomacia, la paz, la justicia, la soberanía, así como sobre los derechos de los pueblos.
«Estamos pensando en el regreso de una visión, de un nuevo orden económico internacional», afirmó Williams quien también enfatizó en la importancia de abordar en el evento las medidas coercitivas unilaterales impuestas injustamente a los pueblos y el cambio climático.
Por su parte, el vicepresidente primero del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal rusa, Georgievich Novikok, evocó el legado del Héroe Nacional, José Martí y subrayó que su visión de «Nuestra América» tiene total vigencia en los tiempos actuales.
El parlamentario ruso también se refirió a la actitud emancipadora del pueblo cubano.
En el evento, la directora de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en La Habana, Anne Lemaistre, entregó el Premio Internacional «José Martí» a la directora de la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico de Colombia (Asoparupa), Liceth Angulo Quiñones.
Tras el recibir el reconocimiento, Angulo Quiñones resaltó que heredó los saberes ancestrales de sus padres y de las parteras afrodescendientes e indígenas y anotó que la Asoparupa preserva la vida y fortalece la identidad y la cultura colombiana y regional.
Recibir este premio que lleva el nombre de José Martí es un privilegio, porque él nos enseñó que la libertad, la justicia y la dignidad humana son principios fundamentales para construir un continente unido y solidario, subrayó la laureada.
La conferencia, organizada por el Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, tendrá lugar hasta el 31 de enero.
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