El gobernante ecuatoriano se reunió este martes con González en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, y al finalizar el encuentro, informó que declarará como terrorista a la banda transnacional Tren de Aragua, con presencia en Ecuador.
Además, ofreció que de existir sanciones contra Venezuela, Ecuador vendería hasta 250 mil barriles de petróleo diarios a los países que compran crudo a la nación bolivariana.
Noboa también se refirió a la firma de un convenio de cooperación entre la Secretaría Anticorrupción y el equipo de González para compartir datos y luchar contra el narcotráfico, la minería ilegal, y la trata de personas.
Aún no está claro cuál es el alcance de estos acuerdos o si son vinculantes legalmente, pues el presidente de Venezuela es Nicolás Maduro.
La presencia del opositor venezolano en tierras ecuatorianas es considerada un acto de campaña de Noboa, que aspira a la reelección en los comicios del 9 de febrero venidero.
Así lo estimaron varias de las autoridades locales de Quito y Guayaquil que rechazaron asistir este martes a un almuerzo en el Palacio de Carondelet con González y Noboa.
El sociólogo y docente universitario Franklin Ramírez señaló que el mandatario ecuatoriano quiere mostrarse como un paladín de la democracia, pero en la práctica irrespeta la Constitución y la normativa nacional al imponer decisiones sobre cualquier otra función del Estado.
“Como alguien en esas condiciones de déspota y autócrata, puede jugar al discurso democrático como si fuese uno de ellos”, cuestionó Ramírez en entrevista con Radio Pichincha.
Este martes, mientras el Gobierno condecoró a González, el Concejo Metropolitano de Quito rechazó la intención de declarar huésped ilustre de la ciudad al dirigente de extrema derecha.
Mientras, la Internacional Antifascista – Capítulo Ecuador repudió la visita porque Maduro es el único presidente de Venezuela y González “es un representante de los intereses imperialistas que buscan desestabilizar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”.
En comunicado, el colectivo advirtió que la trayectoria del opositor está marcada por la colaboración con gobiernos y fuerzas extranjeras cuyo único objetivo es socavar la paz, la democracia y la justicia social en Venezuela.
La llegada de González Urrutia a Ecuador debe ser vista como un intento más de injerencia en los asuntos internos de Venezuela y un desafío a la autodeterminación de los pueblos de América Latina, afirma el documento.
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