En un mensaje a los libaneses, el dirigente de Hizbulah expresó: «Israel puso a prueba la resistencia del pueblo del sur y recientemente se enfrentó a su fuerza, voluntad y determinación».
Para el representante político de la Resistencia, los crímenes israelíes no condujeron a la victoria; «sus armas y bombas solo dejaron un legado de derrota».
En valoración de Al-Sayed, «la sangre de los mártires de Hizbulah se transformó en fe, coraje y fuerza, inspirando y guiando a personas de todo el mundo».
La autoridad aseguró: «llegará un momento en que la presencia del enemigo en la región se desmoronará y los pueblos del mundo permanecerán unidos, tal como lo está Líbano».
Según el jefe del Consejo Político de Hizbulah, esta es una oportunidad única e histórica para la unidad, dejar de lado las rivalidades creadas por los enemigos, establecer la soberanía y demostrar al mundo «que somos un pueblo merecedor de la vida, la dignidad, el honor y la integridad».
Por tercer día sucesivo, los libaneses de las aldeas fronterizas del sur regresan a sus hogares, en medio de los ataques israelíes, que desde el domingo mataron a más de 20 personas y ocasionaron cerca de un centenar de heridos.
El 26 de enero venció el plazo de 60 días para la retirada israelí de los territorios ocupados en el sur; sin embargo, las fuerzas de Tel Aviv abrieron fuego contra civiles y uniformados libaneses, en violación de la soberanía nacional y de la Resolución 1701 de la ONU.
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