El llamado del gobernante tiene que ver con las causas que originan la migración sobre todo en Latinoamérica donde, a su juicio, el éxodo está asociado a las crecientes dificultades al acceso a los alimentos que generan los perjuicios provocados por el cambio climático.
“América del Sur es una de las regiones del mundo en donde, después del Covid-19, se redujo más el hambre, de eso se siente orgulloso mi gobierno. Sin embargo, la causa del hambre en el Sur, Centroamérica y el Caribe, se asocia cada vez más a la crisis climática. La crisis climática hace del Caribe y Suramérica la segunda región del mundo más golpeada”, planteó.
Consideró entonces que el mayor consumo de petróleo y carbón intensifica la crisis climática.
“Si la política estadounidense libera el consumo de petróleo y carbón en su economía, crecerá más la crisis climática, más el hambre, sobre todo en Centroamérica y el Caribe y, por tanto, crecerá más la migración hacia Estados Unidos”, consideró.
Añadió que la política pro petrolera solo será otro gran boomerang, un disparador a niveles nunca antes vistos, del éxodo de los pueblos.
“En vez de dar latigazos y rejas a los migrantes, los países industrializados deben simplemente dejar de consumir petróleo y carbón”, sentenció entonces.
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