Shinji Aoba confesó haber cometido premeditadamente el atentado que causó además heridas a 32 personas y un juzgado lo condenó a la pena capital.
El individuo decidió retirar su recurso de apelación, según comunicó este miércoles el Tribunal, que revalidó la sentencia dictada.
La tragedia que ocasionó en la prefectura de Kioto es considerada la masacre más grave de la historia reciente de Japón, de acuerdo con varios medios nacionales de prensa.
Aoba vertió gasolina sobre el suelo y las paredes e incendió el edificio del estudio de animaciones por inconformidades con otros empleados, pues durante el juicio alegó que intentaban plagiar un libro escrito por él.
El juez a cargo del caso, Keisuke Masuda, aseguró que el acusado actuó por voluntad propia y por rencor a la compañía, mientras la Fiscalía remarcó la actitud bastante cruel del individuo.
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