La ministra de Estado de Asuntos Exteriores, Thérèse Kayikwamba, remarcó el agravamiento de la crisis humanitaria que representa este alto número de personas que huyen de la guerra en el este del país, debido a la agresión del Movimiento 23 de Marzo (M23) apoyado por Ruanda, refirió Radio Okapi.
La canciller abordó el tema en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrada la víspera en Nueva York, Estados Unidos, y significó además que las fuerzas de defensa ruandesas cruzaron las fronteras, expulsaron a los congoleños y establecieron una administración paralela.
Esto es una violación del derecho internacional humanitario, afirmó Kayikwamba, y añadió que igualmente es una muestra de que Ruanda continúa ignorando las recomendaciones del Consejo de Seguridad, al cual solicitó sanciones concretas.
“Si el Consejo no lo sanciona, la historia marcará este período como la era de la impotencia y la indiferencia del Consejo de Seguridad. Permitir que esta crisis se prolongue bajo el pretexto de que es un problema africano que requiere una solución africana es traicionar el espíritu de solidaridad internacional”, dijo.
Kinshasa presentó a la ONU una lista de cinco reivindicaciones urgentes: la retirada inmediata de las tropas ruandesas y el cese de las hostilidades; y sanciones específicas contra la cadena de mando del ejército ruandés y los dirigentes políticos en Kigali.
También un embargo sobre los recursos naturales declarados como ruandeses, en particular el coltán y el oro; revocación de Ruanda como país contribuyente de tropas a las Naciones Unidas; y transparencia total sobre las transferencias de armas a Ruanda y cese inmediato de dichas entregas.
La ministra insistió en que la agresión no se limita a un conflicto regional, sino que constituye una amenaza a la estabilidad internacional, y advirtió que si Naciones Unidas no actúa con rapidez, “las calles tomarán el control”, refiriéndose a las manifestaciones que ya se han estado produciendo en la capital y otros puntos.
Alertó también sobre la situación humanitaria en Goma, capital de Kivu Norte, bajo asedio desde hace días y donde una parte importante de sus alrededor de dos millones de habitantes carecen de agua y electricidad, mientras los hospitales están sobresaturados.
Denunció la nueva estrategia de Ruanda, que habla de enfrentamientos que afectan a su propio territorio, con disparos de mortero y balas perdidas procedentes de Goma que causaron la muerte de al menos cinco personas y heridas a otras 30 en la ciudad ruandesa de Gisenyi.
Kayikwamba subrayó que la guerra no conoce fronteras, pero en este caso Ruanda es el agresor, que además ha provocado la muerte de soldados sudafricanos, malauíes y uruguayos que llegaron a proteger a los civiles congoleños como parte de las fuerzas de paz.
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