Yazaki comunicó su decisión al gobierno uruguayo luego de 20 años de actividades aquí.
Refirió los «altos costos de producción» en Uruguay, que «afectan significativamente las posibilidades de competir en los mercados globales».
También aludieron a las «constantes paradas de producción» decretadas por el sindicato, lo que puso en «riesgo el cumplimiento» de la entrega de productos.
La multinacional fabrica componentes automotrices como cables eléctricos, aires acondicionados, aparatos solares y de gas.
Por su parte, la central sindical expresó su «absoluto rechazo» por el cierre de las plantas en Colonia y Las Pideras, que dejará a mil trabajadores «en la calle» y «cientos de familias» afectadas.
«Es inaceptable que una empresa con presencia en 46 países y más de 240 mil empleados justifique su salida con argumentos de costos de producción y conflictos sindicales», dijo la central sindical única.
Subrayó que la medida ocurre cuando venían desarrollándose conversaciones con el sindicato «en un clima de diálogo y entendimiento en el marco del respeto a la negociación colectiva», señaló el PIT-CNT.
La central sindical exigió al gobierno de Luis Lacalle Pou que tome «medidas inmediatas» para proteger a los trabajadores y «políticas de largo aliento» para fomentar la industria nacional.
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