Por Boris Luis Cabrera.
Este lanzador capitalino que defiende el color azul de Industriales en el campeonato cubano, ha demostrado que su destino está escrito en la lomita, al convertirse en un guerrero de la recta, el cambio y el control, y en un artista que dibuja ponches en el aire con la precisión de un maestro.
Cuando Cuba ha necesitado un salvador en los dos últimos eventos internacionales, su brazo diestro ha respondido con la fiereza de los grandes, al punto que las únicas tres victorias que ha logrado la selección nacional llevan su firma.
En el Premier 12, con la serenidad de los elegidos, se anotó su primer triunfo con una labor de cinco entradas y dos tercios, donde solo permitió una carrera y a ponchó a 10.
Y si esa actuación fue un aviso, en la recién finalizada Serie de las Américas levantó su leyenda con una exhibición de maestría que le valió para ser seleccionado el mejor lanzador de la justa
Los dos triunfos que alcanzaron los Leñadores de Las Tunas engrosaron los archivos de Vargas, con un trabajo de siete entradas y un tercio de dominio absoluto, sin permitir y con otros 10 abanicados.
Pero el lanzador industrialista no es solo cifras y récords. Su impronta se edifica en la disciplina, en el sacrificio silencioso de quien entiende que la gloria se forja en el trabajo diario.
El joven de 25 años sabe escuchar, aprende, se entrega al entrenamiento con humildad, es un caballero dentro y fuera del terreno, atento con la prensa y siempre dispuesto a compartir su historia con la cortesía que distingue a los verdaderos ídolos.
En seis campañas nacionales, ha construido un camino de constancia. En las últimas dos temporadas ha sumado 13 victorias y consolidado como un pilar del pitcheo cubano.
Fue cuarto en promedio de embasados (1.27) y en efectividad (2.86), y quinto en ponches (61) en el lid doméstica de 2024, una prueba irrefutable de su calidad.
¿Será Andy Vargas el caballo de batalla de Cuba en próximas contiendas? La respuesta está en su brazo, en su entrega, en cada lanzamiento que silencia bates y aviva la esperanza de los suyos.
El tiempo dirá si su nombre quedará escrito entre los inmortales, pero hoy, en cada salida, su recta y su coraje siguen alimentando la leyenda.
arc/blc