La demanda eléctrica podría superar los cinco mil 500 megawatts (MW) de potencia; sin embargo, solamente hay 336 MW incorporados al sistema energético a partir de la hidroeléctrica Toachi Pilatón y de las plantas flotantes alquiladas.

En rueda de prensa este viernes, los expertos señalaron que eso no cubre el déficit para épocas de bajos caudales.

El presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha, Marco Acuña, confirmó que las condiciones del embalse de Mazar, clave para la generación, son buenas, pero en época de estiaje podría aportar energía apenas por unos 30 días .

El Consejo, integrado por ingenieros civiles, eléctricos y economistas, alertaron que el panorama podría agravarse por la falta de mantenimiento y no operación del resto del parque generador.

Si bien la crisis eléctrica mejoró desde diciembre por el “notable incremento de lluvias en las cuencas hidrográficas”, esto “no significa que la crisis ha terminado”, dijeron los representantes del Consejo.

Ante la situación, recomendaron al Gobierno recuperar el parque termoeléctrico existente, implementar un plan de ahorro con campañas dirigidas a los sectores residencial, comercial, industrial y estatal, así como medidas para diminuir pérdidas técnicas y robos de energía.

Ecuador enfrentó cortes de luz de hasta 14 horas diarias desde el 23 de septiembre hasta el 20 de diciembre en medio de la sequía y de cuestionamientos al Gobierno por la falta de medidas oportunas para enfrentar la situación.

Ciudadanos y expertos consideraron que el problema se pudo evitar, porque se sabía de la fuerte sequía que se avecinaba.

El ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Juan Carlos Vega, estimó que los apagones provocaron afectaciones de entre el uno y 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto.

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