Según las estadísticas del Ministerio de Salud, obtenidos por la Sociedad Brasileña de Urología (SBU), de 2014 a 2023, más de cuatro mil 500 personas murieron por ese tumor.
De acuerdo con el portal UOL, el cáncer de pene tiene una fuerte relación con la fimosis.
El exceso de piel que cubre el glande impide su exposición y dificulta su higiene.
Además, puede ocultar una lesión en fase inicial que podría ser tratada de manera menos agresiva y no conducir a la mutilación, señaló José Calixto, miembro de la disciplina de cáncer de pene de la SBU.
La mayoría de las veces, la enfermedad puede prevenirse de una manera simple: higiene adecuada, postectomía (extirpación del prepucio) y vacunación.
El estudio detalla que hubo cinco mil 851 amputaciones de 2015 a 2024.
«Muchos casos de cáncer de pene podrían evitarse o tratarse de manera menos agresiva con atención a la higiene íntima e intervenciones tempranas», indicó Roni de Carvalho Fernandes, director de la Escuela Superior de Urología de la SBU.
Esas medidas, prosiguió, no solo contribuyen a la calidad de vida de los pacientes, sino que también evitan la necesidad de amputación del miembro viril y reducen el riesgo de muerte por el mal.
La cruzada proselitista busca concientizar a la población. Este mes, la SBU realiza la quinta Campaña para la Prevención del Cáncer de Pene para alertar sobre la prevención y el tratamiento temprano del padecimiento.
El órgano científico distribuirá contenidos en las redes sociales y realizará operaciones de postectomías en varios estados.
Pese a ser uno de los pocos tipos de cáncer que pueden prevenirse, Brasil todavía presenta índices relativos preocupantes respecto a la enfermedad, especialmente en las regiones norte y nordeste.
Especialistas médicos advierten que la amputación total del falo trae consecuencias físicas, sexuales y psicológicas.
Por lo anterior, el diagnóstico en las primeras etapas permite tratar solo con la extirpación de la piel. La incidencia resulta mayor en personas mayores de 50 años, pero también puede afectar a jóvenes.
A pesar de la rareza, el cáncer de pene y la amputación del órgano resulta un problema de salud pública en Brasil, ubicado entre los cinco países con mayor número de sucesos, junto a Kenia, Uganda, Egipto y la India.
Si bien se estima que su incidencia es mucho menor que el carcinoma de próstata, esta excrecencia suele requerir la mutilación del miembro sexual masculino. La metástasis resulta asimismo frecuente en estos varones, pues tardan en buscar tratamiento clínico.
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