La orden del juez de distrito Paul Engelmayer detendrá el eventual husmeo de Musk y su equipo en un sistema de pagos esencial del Departamento del Tesoro el cual incluye datos sobre declaraciones de impuestos, prestaciones de la Seguridad Social, pagos por discapacidad y los salarios de los empleados federales.
El magistrado ordenó la destrucción de toda información descargada del sistema de pagos por cualquier persona a la que se haya dado permiso desde el 20 de enero, argumentando “el riesgo que la nueva política presenta de divulgación de información sensible y confidencial”.
La acción judicial (que tiene una audiencia sobre el tema el 14 de febrero) se produjo en respuesta a una demanda presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y otros 18 fiscales generales estatales contra la administración de Donald Trump.
En su denuncia dice que el equipo liderado por Musk y formado por jóvenes asociados categorizados como “empleados especiales del gobierno” recibió acceso ilegal al sistema del Tesoro que anteriormente estaba restringido a empleados específicos del gobierno.
Según Trump, la misión del DOGE es reducir drásticamente los costos del gobierno y para ello está utilizando permisos a sistemas informáticos críticos, entre ellos el de pagos del Tesoro.
El poder del DOGE y su jefe han encendido un tenso debate político en Washington. Los demócratas toman esto como munición de ataque contra Trump.
No pocos hablan aquí que Musk es el poder detrás del poder, y quien realmente anda moviendo los hilos, aunque hasta el momento Trump no le ha hecho caso a ello, de hecho, la revista TIME reveló la portada de su nueva edición, que protagoniza el multimillonario, dueño de Tesla, la red social X y de SpaceX.
El número titulado «Dentro de la guerra de Elon Musk contra Washington», muestra al magnate tecnológico sentado tras el escritorio que ocupan los presidentes de Estados Unidos.
Por supuesto, esto causó revuelo en redes sociales, en especial luego de las decisiones tomadas amparado en el DOGE.
Pero Trump, reiteró la víspera su respaldo al multimillonario, al que le dio toda la potestad para recortar gastos en el Gobierno y que casi se ve como su mano derecha.
«Elon está haciendo un trabajo extraordinario… Hace tiempo que quiere poder hacer esto”, afirmó el mandatario.
Pese a esta alianza, de momento inquebrantable, algunos críticos no le dan larga vida.
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